Shanghái. — China ha intensificado sus esfuerzos para modernizar y expandir su red de puertos marítimos, en una estrategia clave para consolidar su posición como epicentro del comercio internacional.
Con inversiones millonarias en infraestructura, automatización y sostenibilidad, los puertos chinos continúan marcando el ritmo del transporte marítimo global.
El puerto de Shanghái, el más grande del mundo por volumen de carga, lidera esta transformación con nuevas terminales automatizadas y sistemas de inteligencia artificial que optimizan el flujo de mercancías.
Otros puertos estratégicos como Shenzhen, Ningbo-Zhoushan y Qingdao también están recibiendo importantes mejoras tecnológicas.
Según datos del Ministerio de Transporte de China, el volumen de carga manejado en los puertos del país aumentó un 5,3% en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior.
El comercio con países del Sudeste Asiático, Europa y América Latina ha sido particularmente dinámico.
Además, Pekín ha puesto énfasis en el desarrollo de «puertos verdes», con iniciativas para reducir las emisiones de carbono mediante el uso de energía eléctrica en muelles, combustibles alternativos y la integración de energías renovables en las operaciones portuarias.
Expertos señalan que esta modernización portuaria es parte integral de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, con la que China busca mejorar la conectividad comercial global y ampliar su influencia en las rutas marítimas clave.
Mientras tanto, la competencia en Asia también se intensifica, con países como Vietnam, India y Corea del Sur invirtiendo fuertemente en sus propios hubs logísticos.
Sin embargo, los analistas coinciden en que la red portuaria china, respaldada por una sólida cadena de suministro nacional y políticas gubernamentales de apoyo, seguirá siendo una pieza central en el comercio global en los próximos años.