Washington D.C. — El expresidente y actual candidato republicano Donald J. Trump ha firmado este martes una orden ejecutiva que revierte parcialmente los aranceles aplicados al sector automotor, en una medida que busca aliviar la presión sobre los fabricantes de vehículos y estimular la inversión industrial en suelo estadounidense.
La decisión contempla la reducción o eliminación de ciertos gravámenes impuestos durante su anterior mandato, especialmente aquellos que afectaban a componentes importados utilizados en la cadena de producción de vehículos en EE. UU.
Fuentes cercanas al entorno del expresidente indicaron que la medida responde a las solicitudes de fabricantes nacionales y extranjeros que advertían sobre el encarecimiento de costos y la pérdida de competitividad.
“El objetivo es devolver empleos, incentivar la producción local y aliviar la carga fiscal de la industria automotriz”, señalaron desde su equipo de campaña.
Aunque la orden ejecutiva ya ha sido firmada, su implementación dependerá del marco legal vigente y de posibles respuestas legislativas o judiciales.
El anuncio ha generado reacciones mixtas en el sector. Mientras algunas empresas celebran la flexibilización, otras esperan conocer el alcance real de la medida y cómo afectará las relaciones comerciales con socios clave como México, Canadá, Japón y la Unión Europea.