Madrid. – El apagón masivo que afectó a gran parte de la Península Ibérica el pasado 28 de abril ha generado un impacto económico sin precedentes en España, con pérdidas estimadas en más de 1.600 millones de euros, según informó la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
El corte de energía, que dejó sin suministro eléctrico a millones de ciudadanos durante más de 24 horas en algunos territorios, paralizó sectores clave como la industria, el comercio y los servicios, provocando una caída significativa en la productividad nacional.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, afirmó que el país vivió prácticamente «un día entero sin energía», con consecuencias económicas «enormes».
En regiones como León, la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) calculó pérdidas superiores a 11 millones de euros, con una interrupción de hasta el 75 % de la actividad empresarial.
El apagón también afectó de forma directa a consumidores, quienes reportaron daños en electrodomésticos, interrupciones en el suministro de agua y deterioro de productos perecederos.
Como resultado, se ha producido un aumento considerable de reclamaciones a compañías eléctricas y aseguradoras.
Ante la magnitud del evento, el Gobierno español ha convocado reuniones de emergencia y se encuentra evaluando medidas para fortalecer la infraestructura energética nacional y evitar incidentes similares en el futuro.
Expertos apuntan a posibles fallos de gestión en la red eléctrica como una de las causas principales del colapso.