Los Ángeles, California. – Los puertos de Los Ángeles y Long Beach, dos de los más importantes de Estados Unidos, están experimentando una ola de cancelaciones de envíos programados debido al impacto de la actual guerra comercial, lo que ya está teniendo repercusiones directas en el empleo portuario.
De acuerdo con Danny Vilicich, presidente del Sindicato de Empleados Marítimos, los trabajadores afiliados al Sindicato Internacional de Trabajadores de Muelles y Almacenes (ILWU) pronto enfrentarán una significativa disminución de sus horas laborales.
“Vamos a ver una disminución del trabajo. Nuestra mano de obra no trabajará tanto como está acostumbrada a trabajar”, afirmó Vilicich, al referirse a la situación crítica que atraviesa el sector.
Se estima que aproximadamente 10,000 trabajadores, entre marineros, estibadores y supervisores, ya están sintiendo el impacto de los crecientes aranceles, que han generado incertidumbre entre navieras y operadores logísticos.
Ambos puertos combinados prevén hasta 60 “navegaciones en blanco” durante el mes de mayo, es decir, buques que originalmente estaban programados para atracar y descargar mercancía, pero cuyas rutas han sido canceladas por completo.
Esto afecta tanto el flujo comercial como la estabilidad laboral de miles de familias que dependen directamente de estas actividades.
La situación amenaza con extenderse si no se produce una resolución en las negociaciones comerciales internacionales, mientras líderes sindicales y autoridades portuarias buscan estrategias para mitigar el impacto económico en la región.
Guerra comercial afecta a los puertos de Los Ángeles y Long Beach
