Tokio. La naviera japonesa Kawasaki Kisen Kaisha Ltd. (K-Line) está ajustando su estrategia de transporte internacional en respuesta al posible aumento de aranceles estadounidenses, medida que ha sido impulsada por el presidente Donald Trump, según explicó el director ejecutivo de la compañía, Takenori Igarashi, en declaraciones a Reuters.
Igarashi, quien asumió la dirección general en marzo de este año, señaló que la compañía ha reducido la frecuencia de sus servicios de contenedores desde el este de Asia a Estados Unidos y ajustado la capacidad de flota de acuerdo con la demanda actual.
“Hubo momentos en que los barcos no pudieron cargarse completamente en algunas rutas. Estamos ajustando la capacidad de nuestra flota según el volumen de carga”, expresó el ejecutivo.
Impacto económico y posible reorientación de rutas
K-Line estima que los aranceles estadounidenses podrían generar un impacto negativo de 30.000 millones de yenes (alrededor de 200 millones de dólares) en su ejercicio fiscal que finaliza en marzo de 2026.
Esta cifra incluye afectaciones tanto en el transporte de automóviles como en los volúmenes de contenedores y tarifas de flete.
El negocio de portacontenedores se considera especialmente vulnerable a los resultados de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las cuales la naviera japonesa sigue de cerca.


