Helsinki, Finlandia. – El capitán del buque tanque Eagle S, junto a dos oficiales, se declararon inocentes en el juicio que enfrenta acusaciones por el corte de cinco cables submarinos de energía y telecomunicaciones en el Mar Báltico, ocurrido el 25 de diciembre de 2024.
El caso, que se lleva a cabo en Helsinki, es seguido de cerca por las autoridades europeas y aliadas de la OTAN debido a su relevancia geoestratégica.
Los fiscales finlandeses sostienen que el petrolero, registrado en las Islas Cook y procedente de un puerto ruso, arrastró deliberadamente un ancla de 11 toneladas sobre el lecho marino, causando daños al cable de alta tensión Estlink 2, que conecta a Finlandia y Estonia, así como a cuatro cables de telecomunicaciones submarinos.
La tripulación habría continuado navegando lentamente durante horas, cortando sucesivamente los enlaces críticos de infraestructura.
La defensa del capitán Davit Vadatchkoria y sus dos oficiales –uno georgiano y otro indio– argumentó que el incidente fue resultado de un fallo técnico en el sistema de anclaje, exacerbado por las condiciones climáticas adversas.
Alegaron que no hubo intención maliciosa y que el hecho constituye un accidente marítimo, no un acto de sabotaje.
“Este fue un accidente marítimo normal, no un sabotaje”, declaró el segundo oficial Santosh Kumar Chuarasia a periodistas. Según su testimonio, el descenso del ancla fue causado por una falla en los topes del cabrestante, no por acción deliberada de la tripulación.
La fiscal estatal, Heidi Nummela, indicó que aunque no se hallaron evidencias de manipulación en el sistema de anclaje, la falla simultánea de tres mecanismos de seguridad constituye al menos negligencia grave.
El ministerio público exige dos años y medio de prisión para los acusados por daños criminales agravados e interferencia agravada en telecomunicaciones.


