Brasilia – La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronosticó un crecimiento del 2%, destacando que Brasil mantiene una posición relativamente sólida frente a otras economías emergentes.
No obstante, la coyuntura internacional plantea desafíos importantes. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, junto con la desaceleración de la demanda global, podrían impactar negativamente las exportaciones brasileñas y la atracción de inversiones extranjeras.
A pesar de los riesgos, el gobierno federal mantiene su compromiso con la estabilidad macroeconómica.
Se prevé que las reformas estructurales impulsadas desde el Ejecutivo, junto con programas de incentivo a la inversión productiva, contribuyan a mantener el dinamismo de la economía a mediano plazo.
La economía de Brasil proyecta un crecimiento moderado del 2,1% para 2025, según las estimaciones más recientes del Banco Central.
Si bien esta cifra representa una desaceleración respecto al 3,5% registrado en 2024, el país continúa mostrando resiliencia en sectores clave como la agricultura y la industria.
La leve baja en el ritmo de crecimiento se atribuye a un contexto de política monetaria más estricta, con la tasa de interés Selic manteniéndose en niveles elevados como parte de los esfuerzos para contener la inflación, la cual se prevé en torno al 4,5% para el cierre del año.
Brasil mantiene posición sólida frente a otras economías emergentes
