Sao Paulo. – La actividad económica de Brasil, la mayor economía de América Latina, creció un 0.4% en febrero respecto al mes anterior, informó este viernes el Banco Central.

El dato, aunque positivo, representa una desaceleración frente al crecimiento del 0.9% registrado en enero, lo que genera expectativas moderadas para el resto del año.

El Índice de Actividad Económica (IBC-Br), considerado una medición previa del producto interno bruto (PIB), refleja un comportamiento dispar entre los sectores productivos.

Mientras el sector agropecuario registró un destacado crecimiento mensual del 5.6%, los servicios –que representan dos tercios de la economía– apenas avanzaron un 0.2%. La industria, por su parte, experimentó una contracción del 0.8%.

En la comparación interanual, la economía brasileña creció un 4.1% en febrero, destacando el efecto de una base comparativa más baja y cierta resiliencia en sectores clave.

Durante 2024, el PIB de Brasil se expandió un 3.4%, consolidando cuatro años consecutivos de crecimiento tras el impacto de la pandemia. No obstante, el Gobierno federal proyecta una desaceleración en 2025, con un crecimiento estimado en torno al 2.3%.

El escenario económico actual también enfrenta desafíos externos. La inflación interanual alcanzó el 5.06% en febrero, mientras que la tensión comercial internacional –acentuada por los aranceles del 25% al acero brasileño impuestos por el presidente de EE. UU., Donald Trump– genera incertidumbre sobre las exportaciones y la industria local.

Déficit fiscal a la baja, pero con aumento en deuda

En paralelo, el Banco Central informó que Brasil redujo su déficit fiscal en febrero hasta el 7.91% del PIB, frente al 8.1% de enero. No obstante, la deuda pública bruta aumentó medio punto, situándose en el 76.2% del PIB, equivalente a aproximadamente US$1.5 billones.