Río de Janeiro. — China Merchants Port Holdings (CMPort), una de las principales empresas estatales chinas del sector portuario, anunció la adquisición del 70% de Vast Infraestrutura, el único terminal privado brasileño capaz de recibir buques Very Large Crude Carrier (VLCC), ubicado en el estratégico Puerto de Açu, en el estado de Río de Janeiro.
Esta operación se enmarca dentro del plan global de China para aumentar su influencia marítima e infraestructura crítica en el extranjero.
La operación fue formalizada a finales de febrero mediante un acuerdo de compra de acciones con la empresa brasileña Prumo Logística y su filial Açu Petróleo Investimentos. El acuerdo aún está sujeto a la aprobación de autoridades gubernamentales y organismos reguladores competentes.
Vast Infraestrutura es responsable de aproximadamente el 30% de las exportaciones de petróleo crudo de Brasil, con un volumen promedio de 560.000 barriles diarios y una capacidad autorizada de hasta 1,2 millones de barriles diarios.
Con esta adquisición, CMPort refuerza su presencia en Brasil, donde ya controla desde 2018 el Terminal de Contenedores de Paranaguá, el mayor de Sudamérica.
Esta adquisición ha generado preocupación entre analistas y expertos en seguridad nacional, quienes ven en la expansión global de China Merchants Group (CMG), matriz de CMPort, una estrategia para consolidar su poder geopolítico mediante el control de rutas de suministro energético y nodos logísticos clave.
CMG es una empresa estatal directamente administrada por el Partido Comunista Chino (PCCh), y ha sido objeto de críticas por utilizar sus inversiones como herramientas de influencia, incluyendo el presunto acceso a información sensible.
“Esta estrategia china me parece bastante explícita, ya que los casos de Chancay, Paranaguá y Açu son solo algunos ejemplos de la penetración de las empresas chinas en áreas portuarias y otras estructuras de movimiento de mercancías en Sudamérica”, señaló el profesor Marcos Pedlowski, de la Universidad Estatal del Norte Fluminense Darcy Ribeiro.
El movimiento en el Puerto de Açu refuerza las preocupaciones sobre la creciente dependencia regional de inversiones chinas en infraestructura estratégica, en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y disputas por la supremacía comercial y energética.
“Hay que recordar que, en Brasil, los chinos también adquirieron un importante terminal en el puerto de Santos y están involucrados en la construcción de otro puerto en Maranhão”, explicó.