Beijing, China – En un contexto de creciente interés por la expansión territorial, China ha desarrollado técnicas avanzadas para reclamar tierras al mar, consolidándose como uno de los líderes en este proceso, aunque el país ocupa el segundo lugar en superficie ganada, su enfoque capta la atención del mundo, dejando a otros competidores en la sombra.
Tradicionalmente, se pensaba que el proceso de ganar terreno al mar era simple, cargar camiones con tierra y verterla en el océano. Sin embargo, este método resulta ineficiente y costoso, especialmente cuando las áreas de construcción están alejadas de la costa. Hoy en día, China a adopta el uso de dragas especializadas, que revolucionan la manera en que se llevan a cabo estos proyectos.
Las dragas modernas, como la Tiangong, desarrollada exclusivamente en China, están diseñadas para maximizar la eficiencia en la extracción de materiales del lecho marino. Equipadas con una cuchilla afilada que puede romper fácilmente el sustrato, estas embarcaciones aspiran la mezcla de lodo y fragmentos rocosos y pueden trasladar hasta 6.000 metros cúbicos de material por hora. Con una capacidad de excavación de hasta 35 metros de profundidad, estas dragas permiten la creación de islas completas en cuestión de días.
Además del aspecto técnico, China también se preocupa por el impacto ambiental de sus proyectos. La planificación cuidadosa de cada iniciativa incluye la elección de ubicaciones estratégicas y la reutilización de materiales extraídos de su entorno marino.
El uso de tecnología de vanguardia en la reclamación de tierras al mar no solo ha permitido a China expandir su territorio, sino que también plantea interrogantes sobre el impacto político y ambiental en la región y el equilibrio geopolítico en los mares que rodean el país.
Con proyectos ambiciosos y tecnologías avanzadas, China está marcando un nuevo rumbo en el proceso de reclamación de tierras, desafiando a otros países a seguir su ejemplo mientras busca equilibrar expansión y sostenibilidad.