Santo Domingo, R.D.- La reciente inversión de US$760 millones anunciada por DP World para la expansión del Puerto de Caucedo y su Zona Franca no es solo una buena noticia económica; es un claro mensaje de que la República Dominicana quiere jugar en las grandes ligas del comercio marítimo internacional.

Durante décadas, el Caribe ha sido observado como una región de tránsito, pero no siempre como un nodo estratégico en la logística global, esto ha empezado a cambiar.

La ubicación geográfica privilegiada del país, junto con inversiones de esta magnitud, lo posicionan como un hub regional competitivo frente a gigantes como Panamá o Miami.

Pero más allá del concreto y las grúas, lo realmente importante es lo que representa esta expansión: confianza.

Confianza de una multinacional como DP World en la estabilidad del país, y confianza en que el sector marítimo puede ser un pilar del desarrollo nacional.

El inicio del “Diálogo Hacia la Estrategia Nacional Marítima y Portuaria”, también esta semana, parece llegar en el momento justo.

Es ahora cuando se necesita una visión clara, consensuada y a largo plazo, que asegure que este crecimiento no solo sea grande, sino sostenible, inclusivo y alineado con los intereses del país.

No obstante, debemos ser críticos: una infraestructura moderna sin capital humano capacitado, políticas portuarias integradas y una agenda ambiental responsable puede terminar siendo una oportunidad perdida.

El desarrollo portuario debe ir acompañado de educación técnica, digitalización de procesos y mejora en la conectividad terrestre y ferroviaria.

La inversión de DP World es una palanca poderosa, ahora le toca al Estado, al sector privado local y a la ciudadanía aprovechar este impulso y construir un sector marítimo fuerte, moderno y que beneficie a todos.

No estamos solo ampliando un puerto; estamos abriendo una nueva puerta al desarrollo del país.