Washington D.C. — Con más de 300 puertos distribuidos a lo largo de sus costas, ríos y la vía marítima de los Grandes Lagos, Estados Unidos gestiona una parte vital del comercio nacional e internacional.
Sin embargo, según el informe “Una evaluación integral de la infraestructura de Estados Unidos” publicado por la Sociedad de Ingenieros Civiles (ASCE), el país enfrenta una presión sostenida para modernizar su sistema portuario, en respuesta a desafíos crecientes en logística, clima, tecnología y seguridad.
En 2023, los puertos estadounidenses movilizaron el 41,5 % del comercio internacional del país —equivalente a 2,1 billones de dólares— y el 15 % del transporte nacional, equivalente a 743 millones de toneladas.
A pesar de los efectos disruptivos de la pandemia, las operaciones portuarias se adaptaron rápidamente, con un manejo de contenedores en aumento: 40,1 millones de TEUs en 2022, consolidando el papel de EE. UU., como nodo logístico global.
El colapso del puente Francis Scott Key en 2024 en Baltimore fue un recordatorio del impacto de eventos inesperados en la infraestructura logística.
Por ello, el informe destaca la necesidad de modernización integral, incluyendo: Adaptaciones a buques de gran calado, grúas STS (570 en operación, 248 de tipo Súper Post-Panamax), Dragado y profundización de canales.
Conectividad intermodal mejorada: 18 de los 25 principales puertos ya cuentan con ferrocarril en el muelle, lo que reduce emisiones y mejora eficiencia.
Brecha de financiamiento e inversiones en curso
La infraestructura portuaria se financia con aportes federales, estatales, locales y privados.