Por: Elvia Bustavino @elviabustavino
La transformación de las terminales portuarias en Panamá ha sido clave para
consolidar su liderazgo en el comercio global. Si bien su ubicación estratégica —
conectando los océanos Atlántico y Pacífico— ha sido un activo histórico,
mantener esa ventaja exige una constante modernización de la infraestructura,
el equipamiento y los servicios logísticos.
Desde la implementación de contratos de concesión, las terminales han
realizado importantes inversiones en tecnología, interconexión e innovación
operativa. Entre los avances más relevantes están los sistemas automatizados
para el manejo de contenedores y la incorporación de grúas de última
generación, capaces de atender buques de gran calado en ambas entradas del
Canal de Panamá. Esto no solo acelera el flujo de mercancías, sino que fortalece
la competitividad de Panamá frente a otros hubs logísticos del mundo.
El desarrollo portuario ha impulsado industrias auxiliares y nuevas oportunidades
de negocio que apuestan por el entorno logístico panameño. Las terminales,
junto a la expansión del Canal, se han convertido en pilares para atraer
inversiones en el sector marítimo, con altos estándares de eficiencia y calidad
internacional.
Este esfuerzo sostenido ya muestra resultados concretos. Según datos de la
Autoridad Marítima de Panamá, en los dos primeros meses de 2025 se
movilizaron 1.5 millones de contenedores TEU, un 1.34% más que en el mismo
periodo de 2024. Esta tendencia positiva se suma al récord histórico de 9.57
millones de TEU alcanzado al cierre de 2024, lo que representa un aumento del
15.1% respecto a 2023 y evidencia el impacto directo de las inversiones en
infraestructura moderna sobre el dinamismo del sector logístico.
Junto con la tecnología, el talento humano ha sido un componente fundamental
en esta evolución. La formación continua, el enfoque en la seguridad y el
desarrollo de capacidades técnicas especializadas han permitido que el recurso
humano panameño responda con eficiencia a las nuevas exigencias del
comercio global.
Además, la incorporación de plataformas digitales ha agilizado procesos
logísticos y aduaneros, reduciendo tiempos de espera y permitiendo el rastreo en
tiempo real de las cargas. Estas mejoras elevan la seguridad y transparencia en
la cadena de suministro, generando confianza entre socios internacionales.
La sostenibilidad también ocupa un rol central. Las terminales han adoptado
prácticas más limpias, reduciendo su huella de carbono mediante equipos
eficientes y estrategias ambientales alineadas con las exigencias del comercio
responsable. Esta visión sostenible refuerza la imagen de Panamá como un socio
comprometido con el futuro del planeta.
Este proceso ha sido posible gracias a la sinergia entre el sector público, los
actores privados, los organismos internacionales y el capital humano del país. Su
colaboración ha permitido crear un entorno propicio para operaciones
confiables, transparentes y seguras.
En un entorno global competitivo e interconectado, Panamá fortalece su rol
como hub logístico de clase mundial, reafirmando su liderazgo estratégico en el
comercio internacional.