Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, ha revelado su ambicioso Proyecto Waterworth, que busca construir el cable submarino más grande del mundo, con una extensión de 50,000 kilómetros. Este mega proyecto conectará cinco continentes y está diseñado para manejar el creciente tráfico de internet, especialmente relacionado con la inteligencia artificial (IA).
Mientras Zuckerberg presenta el cable como un hito para la innovación tecnológica, expertos advierten que el dominio de Meta en la infraestructura digital podría llevar a un incremento en la vigilancia y el uso de datos personales.
Los críticos temen que, al conectar países como India y Brasil, Meta busque expandir su influencia en mercados emergentes a expensas de la privacidad de los usuarios.
A medida que este proyecto multimillonario avanza, la comunidad tecnológica y los defensores de la privacidad miran con recelo, cuestionando si el crecimiento de la conectividad realmente beneficiará a los usuarios o simplemente consolidará el poder de las grandes corporaciones en el ecosistema digital.