Los Ángeles, EE.UU. – El Puerto de Los Ángeles, el más grande en capacidad y movimiento de contenedores en Estados Unidos, se prepara para afrontar una drástica caída del 35 % en su volumen de carga, según declaraciones de su director ejecutivo, Gene Seroka.
La proyección, que se materializará en la próxima semana, refleja los efectos directos de los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump, lo que ha llevado a numerosos minoristas estadounidenses a suspender sus envíos desde China, país que representa cerca del 45 % del negocio del puerto.
En entrevista con el programa Squawk Box de CNBC, Seroka explicó que las métricas del optimizador portuario –herramienta que rastrea la actividad de carga desde Asia– ya reflejan una baja considerable.
Aunque algunas compañías intentan mitigar el impacto desplazando parte de sus operaciones hacia otros países del sudeste asiático, el descenso se considera inevitable.
El director ejecutivo también advirtió la semana pasada a la Junta de Comisionados del Puerto sobre el difícil panorama, señalando que los grandes minoristas solo cuentan con inventarios suficientes para entre seis y ocho semanas.
En 2024, el Puerto de Los Ángeles manejó un récord de 10,3 millones de contenedores, y cuenta con una infraestructura de 7.500 acres que se extiende a lo largo de 43 millas de costa, lo que lo convierte en un eje vital para la economía de California, considerada actualmente la cuarta economía más grande del mundo.
La incertidumbre sobre el rumbo de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China añade tensión al escenario, especialmente después de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, evitara confirmar si se han entablado diálogos bilaterales en medio de la crisis.
La situación plantea importantes desafíos para la logística internacional, el comercio minorista y la economía nacional, que dependen significativamente de las operaciones del puerto angelino.