Moscú. – La empresa estatal rusa Rosatom, responsable de la gestión y operación de la Ruta del Mar del Norte (NSR), anticipa un incremento del 50% en el número de viajes de buques extranjeros a lo largo de esta vía marítima en 2025, consolidando su posición como alternativa estratégica al Canal de Suez, en medio de crecientes tensiones geopolíticas globales.

Según declaraciones proporcionadas a Reuters, Rosatom estima que compañías internacionales realizarán al menos 1,5 veces más viajes que en 2024, reflejando un creciente interés por esta ruta ártica que conecta los puertos del norte de Rusia con Asia, especialmente con China, y que permite reducir el tiempo de navegación hasta en 10 días en comparación con el tránsito por la vía egipcia.

“Hay una clara tendencia al alza en el interés internacional en la NSR”, afirmó Rosatom. Hasta el 27 de mayo de este año, se han recibido 196 solicitudes de navegación a lo largo de la ruta, incluidas de embarcaciones bajo bandera extranjera.

La navegación de verano-otoño estará habilitada del 1 de julio al 30 de noviembre, período en el que las condiciones de hielo son más favorables.

Rosatom, que opera una flota de rompehielos nucleares, tiene un papel clave en asegurar la transitabilidad de esta ruta.

Crecimiento sostenido y desafíos técnicos

En 2024, la NSR registró un volumen récord de casi 38 millones de toneladas métricas de carga transportada, incluyendo petróleo y gas natural licuado (GNL).

Este crecimiento responde tanto al interés comercial como al objetivo de Moscú de diversificar las rutas comerciales marítimas y evitar las aguas cercanas a la Unión Europea, en un contexto geopolítico tenso.

Pese a su potencial, la NSR presenta desafíos operativos significativos, especialmente durante el invierno, cuando el hielo grueso limita severamente la navegación.

La ruta, tradicionalmente dominada por la naviera rusa Sovcomflot, ha comenzado a atraer a nuevos actores, como Vista Vvave Shipmanagement, con sede en Azerbaiyán, que utilizó por primera vez esta vía en 2024.

Con estas proyecciones, Rusia busca posicionar a la Ruta del Mar del Norte como un corredor marítimo clave del siglo XXI, competitivo, seguro y más corto entre Europa y Asia, respaldado por infraestructura estratégica y capacidades nucleares de escolta.