La Paz, Bolivia. En medio de una creciente crisis económica marcada por la escasez de combustible, el presidente boliviano Luis Arce enfrenta una ola de protestas provenientes de distintos sectores sociales que exigen medidas urgentes por parte del Gobierno.
El centro de La Paz, sede del gobierno nacional, se vio completamente colapsado tras la masiva movilización de centenares de mineros, quienes marcharon hacia el corazón político del país y se concentraron frente a las oficinas del Ministerio de Economía y del Ministerio de Minería.
Los manifestantes reclamaron un abastecimiento regular de combustible, vital para sus labores, así como la asignación de nuevas áreas de explotación minera.
Además, expresaron su malestar por el aumento en los precios de los explosivos, insumo esencial para su actividad, cuyo valor —según indicaron— se ha duplicado en los últimos meses.
“Ya no se puede trabajar con estos costos. El Gobierno debe darnos una respuesta concreta o esto solo será el inicio,” expresó uno de los representantes sindicales presentes en la movilización.
El escenario refleja el creciente descontento social frente a los efectos de una economía presionada por factores internos y externos, donde la distribución de combustibles y la inflación de precios en sectores clave como el minero generan tensión en las calles.
Hasta el momento, no se han reportado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, aunque el ambiente en la ciudad es tenso y la circulación vehicular se encuentra severamente restringida.
Se espera que el Ejecutivo emita en las próximas horas un comunicado oficial o convoque a una mesa de diálogo con los representantes de los sectores movilizados.
Sectores sociales reclaman soluciones ante crisis económica y escasez de combustible en Bolivia
