Washington D.C.- El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia este jueves sobre la posibilidad de imponer nuevas sanciones a gobiernos o entidades que mantengan relaciones comerciales con el sector petrolero de Irán, en lo que calificó como una medida de “presión máxima” para frenar los ingresos del régimen iraní.
Las declaraciones del exmandatario surgen poco después de que Omán anunciara la postergación de un esperado encuentro diplomático entre Washington y Teherán, previsto para este fin de semana, en un intento por retomar el diálogo bilateral tras años de tensiones crecientes.
“La compra de petróleo iraní financia el terrorismo y la desestabilización en Medio Oriente. Cualquier país que insista en hacerlo enfrentará sanciones severas”, expresó Trump a través de un comunicado difundido por su oficina política.
Aunque no se ofrecieron detalles sobre los motivos del aplazamiento del encuentro, fuentes diplomáticas citadas por medios internacionales sugieren que existen profundas diferencias sobre el programa nuclear iraní y las sanciones económicas vigentes desde la salida de EE. UU., del acuerdo nuclear en 2018.
El petróleo es uno de los principales pilares de la economía iraní, y su comercialización ha sido objeto de restricciones por parte de sucesivas administraciones estadounidenses.
Países como China, India y Turquía han sido tradicionalmente compradores clave del crudo persa.
La nueva amenaza de sanciones refuerza el clima de incertidumbre geopolítica y podría tener repercusiones en los mercados energéticos internacionales, en especial si se materializan restricciones adicionales a la oferta global.