Washington, EE.UU. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes los decretos que establecen nuevos aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% al aluminio, cumpliendo así con su promesa de proteger la industria nacional y reducir la dependencia de proveedores extranjeros.
Durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Trump argumentó que estas medidas son necesarias para garantizar la seguridad nacional y preservar empleos en sectores estratégicos. «La producción de acero y aluminio es vital para nuestra defensa y nuestra economía. No podemos seguir permitiendo que otros países destruyan nuestras industrias», afirmó el mandatario.
El anuncio ha generado reacciones mixtas. Mientras que los productores nacionales de acero y aluminio han celebrado la medida, otros sectores industriales que dependen de estos materiales han expresado su preocupación por el posible aumento de costos y la pérdida de competitividad. Además, economistas y analistas advierten sobre el riesgo de una guerra comercial, que podría impactar el crecimiento global.
El gobierno estadounidense sostiene que estas políticas forman parte de su estrategia de ‘América Primero’, enfocada en fortalecer la manufactura local y reducir el déficit comercial. No obstante, expertos en comercio internacional han señalado que esta decisión podría provocar disputas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y afectar las relaciones diplomáticas con países aliados.
A medida que los aranceles entren en vigor, el mundo observa con atención las reacciones de los principales socios comerciales de Estados Unidos y el impacto que esta decisión tendrá en la economía global.