Londres. – El World Container Index (WCI), elaborado por la consultora especializada Drewry, registró un aumento del 41% esta semana, situándose en 3.527 dólares por contenedor de 40 pies, marcando así un alza del 70% en las últimas cuatro semanas.

Según Drewry, este incremento repentino responde principalmente a la pausa en los aranceles de importación decretada por el expresidente Donald Trump, lo que provocó una reactivación del tráfico transpacífico con destino a Estados Unidos, tras el desplome inicial del volumen comercial.

Las rutas desde Shanghái a puertos clave de EE. UU. fueron las más afectadas por este repunte. Las tarifas spot a Los Ángeles aumentaron 57% en la última semana, alcanzando los 5.876 dólares por contenedor, mientras que las tarifas a Nueva York subieron un 39% en los últimos siete días.

Desde el 8 de mayo, los incrementos acumulados han sido del 117% y 96%, respectivamente.

Asimismo, los fletes hacia Europa también registraron aumentos significativos. Las tarifas desde Shanghái a Róterdam subieron un 32%, mientras que hacia Génova el alza fue del 38%.

“El último y repentino fortalecimiento a corto plazo del equilibrio entre la oferta y la demanda en el transporte marítimo mundial de contenedores ha revertido la tendencia de tarifas en descenso que había comenzado en enero”, señaló Drewry en su informe semanal.

No obstante, la consultora anticipa que este repunte podría ser transitorio. El Drewry Container Forecaster advierte que, de cara al segundo semestre de 2025, el mercado podría enfrentar nuevos desequilibrios entre oferta y demanda, lo que se traduciría en una caída de las tarifas spot durante la segunda mitad del año.

La evolución futura de las tarifas dependerá de varios factores aún inciertos, entre ellos las impugnaciones legales a los aranceles de Trump y las posibles sanciones estadounidenses a navieras chinas, que podrían alterar la capacidad disponible en el mercado.

Este escenario reafirma la volatilidad estructural del transporte marítimo global, donde factores geopolíticos y regulatorios siguen teniendo un fuerte impacto sobre las dinámicas comerciales y los costos logísticos.