Tainan, Taiwán. –Un ciudadano chino fue condenado a tres años de prisión por el Tribunal de Distrito de Tainan tras ser hallado culpable de dañar intencionalmente un cable submarino crítico que conecta la isla principal de Taiwán con las islas Penghu, en el estratégico estrecho de Taiwán.
El acusado, identificado por su apellido Wang, era el capitán del Hong Tai 58, un buque registrado en Togo.
Según el tribunal, los daños ocasionados al cable “interfirieron gravemente con las operaciones del gobierno y de la sociedad”, calificando el impacto como “enorme” y las acciones del capitán como merecedoras de una condena severa.
Este caso marca la primera sentencia penal relacionada con los incidentes de corte de cables submarinos reportados en los últimos años en torno a Taiwán, en medio de tensiones crecientes con China.
Las autoridades taiwanesas han acusado repetidamente a Pekín de recurrir a tácticas de “zona gris”, apuntando a infraestructura crítica para desestabilizar la isla, que China reclama como parte de su territorio.
Por su parte, el gobierno chino ha negado cualquier implicación, calificando los hechos como “accidentes marítimos comunes” y acusando a Taipéi de exagerar.
El incidente se remonta a febrero de 2025, cuando la Guardia Costera de Taiwán detectó al Hong Tai 58 anclado frente a la costa sur durante varios días.
Poco después de abandonar la zona, un cable submarino fue encontrado cortado. El buque fue escoltado de regreso y su tripulación, compuesta por ocho ciudadanos chinos, fue detenida.
Wang fue el único imputado penalmente; el resto de la tripulación fue repatriada.
Durante el juicio, Wang alegó desconocimiento de la ubicación de los cables, atribuyendo el anclaje a las malas condiciones del mar.
No obstante, los fiscales presentaron evidencia de mapas electrónicos a bordo del buque que señalaban claramente la presencia de cables en la zona.
Según el Comité Internacional de Protección de Cables, entre 150 y 200 fallos en cables submarinos ocurren anualmente en todo el mundo.
Taiwán, altamente dependiente de esta infraestructura, posee 10 cables nacionales y 14 internacionales, esenciales para garantizar su conectividad.
El fallo representa un precedente judicial en la defensa de infraestructuras críticas en un entorno de creciente tensión regional y tecnológica.


