Valparaíso. – La presidenta de la Fundación Mascarona y de Wista Chile, Raquel Meza, alertó sobre las complejidades que enfrenta el sector marítimo para aplicar de manera efectiva las recientes normativas laborales impulsadas tanto a nivel nacional como internacional, tales como la Ley de Jornada Laboral de 40 Horas, la Ley Karin y el Decreto 44, orientado a prevenir la violencia y el acoso en el ámbito laboral.
“¿Cómo voy a aplicar la Ley de 40 horas en los buques? ¿Cómo hacer conciliación laboral y familiar, si no puedo bajar de una nave a una persona al cumplir ese horario? Ahí hay una dificultad concreta”, señaló Meza, haciendo hincapié en las condiciones únicas que presenta la vida y el trabajo a bordo.
Durante su análisis, Meza subrayó que, si bien las normativas buscan mejorar la calidad de vida laboral, su implementación en el mundo marítimo exige una mirada distinta.
“Aunque las empresas puedan preocuparse por los protocolos, la pregunta es cómo se lleva eso a la práctica. ¿Por el Canal 16, como dice la Autoridad Marítima? ¿Por correo electrónico, como sugiere la Dirección del Trabajo?”.
La dirigente también advirtió que, debido a la estructura jerárquica propia de la actividad marítima, existe el riesgo de malinterpretar una instrucción operativa como un acto de acoso.
“Si como timonel he estado todo el día de guardia y el capitán me indica que debo estar al mando durante el cruce del Golfo de Penas, debo entender que es una responsabilidad, no una forma de acoso”, explicó, ejemplificando la necesidad de claridad en la relación laboral a bordo.
Respecto del Decreto 44, que busca erradicar la violencia y el acoso en todos los espacios de trabajo, Meza valoró su enfoque, pero insistió en la dificultad de aplicarlo en un entorno como el marítimo.
“Lo que regula este decreto es el respeto entre pares y jerarquías. Pero para que llegue a las naves necesitamos prevención, capacitación y educación”, recalcó.
A juicio de la presidenta de Wista Chile, las leyes vigentes no consideran suficientemente las particularidades del sector: “Siempre se ha legislado de espaldas al mar. Nunca se incluye al sector marítimo como una actividad con especificidades, como su estructura jerárquica, lo que dificulta su implementación y hace que todo avance más lento”.
Pese a ello, Meza es optimista sobre el potencial impacto positivo de estas normativas, si se aplican con perspectiva.
“El Decreto 44 puede apoyar tanto al trabajador como al empleador, si lo logramos implementar respetando la jerarquía y entendiendo los cambios generacionales que se están dando. Las regulaciones vienen a colaborar, no a confrontar”, concluyó.


