Barcelona. – El Puerto de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona han formalizado hoy un acuerdo histórico que redefine el futuro del sector de cruceros en la ciudad, uno de los temas más sensibles por su impacto en la masificación turística.
El nuevo protocolo, firmado por el presidente del puerto, José Alberto Carbonell, y el alcalde Jaume Collboni, establece una reducción progresiva del número de terminales de cruceros de siete a cinco en el Muelle Adosado, con horizonte 2030.
El acuerdo representa la primera vez que ambas instituciones pactan una disminución de capacidad de atraque de cruceros, en línea con los objetivos de sostenibilidad y equilibrio urbano.
La terminal A y la B serán derribadas en 2028, y ese mismo año entrará en funcionamiento la nueva terminal C, concebida como infraestructura pública, con capacidad máxima para 7.000 pasajeros y orientada a acoger cruceros base y buques de menor tamaño.
“Este protocolo actualiza el convenio firmado hace siete años, que planteaba una reordenación de los espacios portuarios, pero no detallaba reducciones específicas. Hoy damos un paso firme hacia un modelo más sostenible”, explicó José Alberto Carbonell.
El alcalde Jaume Collboni valoró el acuerdo como un ejemplo de “colaboración institucional al servicio de un turismo más ordenado y de una ciudad más habitable”, subrayando que la reducción de terminales busca contener el volumen de cruceristas, mejorar la convivencia ciudadana y avanzar en la ambientalización del tráfico portuario.


