Una patrullera de la Marina Nacional Francesa logró intervenir 9 toneladas de cocaína en las Antillas y en la Guayana Francesa. La droga viajaba hacia España en la bodega de un pesquero, donde se localizaron 250 fardos. La tripulación estaba compuesta por solo cuatro personas: tres colombianos, que serían los dueños de la droga, y un español, natural de Sevilla, presumiblemente representante de la organización receptora de la cocaína y dueña de parte de la misma.
Los agentes consideran que la droga iba a ser traspasada a narcolanchas una vez se acercara a las costas españolas para subir hacia el continente a través de la conocida Ruta Africana de la cocaína.
Solo el alijo decomisado, vendido al por mayor en el mercado español alcanzaría un valor en el mercado ilícito de 270 millones de euros, una cantidad que subiría considerablemente en función de su destino final.
El ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, indicó en su cuenta de X que la operación, que se llevó a cabo el pasado día 10 de enero, corrió a cargo de la patrullera La Confiance de la Marina Nacional, con base en las Antillas francesas.
Los investigadores creen que la operación está relacionada con los últimos alijos descubiertos en el río Guadalquivir que es la ruta predilecta del trafico de la droga.