Chile – Un innovador avance científico en el cultivo de arroz promete transformar la agricultura chilena en tiempos de escasez hídrica.
En la localidad de Ñiquén, a 400 kilómetros al sur de Santiago, el joven ingeniero agrícola Javier Muñoz ha logrado cultivar arroz sin necesidad de inundar los campos, gracias a una nueva variedad desarrollada por la investigadora Karla Cordero del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
El arroz Jaspe Flar, resistente a condiciones climáticas extremas, surge del cruce entre una semilla chilena y otra de origen ruso, y no es un organismo genéticamente modificado (OGM).
Su desarrollo responde a los desafíos derivados de la megasequía que afecta al país desde hace más de 15 años, fenómeno atribuido al cambio climático.
“Nos dimos cuenta de que era posible producir arroz sin inundar. Y a pesar de usar menos semillas, obtuvimos la misma producción que con el sistema tradicional”, explicó la científica Cordero, quien utilizó el Sistema de Intensificación del Cultivo de Arroz (SRI).
Este método, originado en Madagascar en 1983, alterna periodos de inundación con riego intermitente, permitiendo un uso más eficiente del recurso hídrico.
Javier Muñoz, quien participó en el cultivo experimental en su predio, destaca: “El cultivo de arroz siempre fue inundado; lograr hacer un cambio tan profundo es histórico”.
Tras casi dos décadas de investigación en laboratorios y campos, los resultados fueron presentados en el Congreso Mundial del Arroz 2023.
Ahora, gracias a un acuerdo entre el INIA y una empresa privada, se espera que el Jaspe Flar esté disponible comercialmente en los próximos meses, abriendo una nueva etapa para la agricultura sustentable en Chile.