Washington / Ciudad de Guatemala – El gobierno de Estados Unidos anunció la implementación de un nuevo arancel del 10 % sobre todas las importaciones, medida que ha encendido las alarmas entre los exportadores centroamericanos.

La decisión, anunciada durante el feriado del Día de la Liberación, forma parte de la estrategia “America First” impulsada por la administración del expresidente Donald Trump.

Bautizada como política de “aranceles recíprocos”, la medida busca —según la Casa Blanca— fortalecer la seguridad nacional y la resiliencia económica estadounidense, exigiendo un trato equitativo para las exportaciones estadounidenses en los mercados globales.

El impacto inmediato sobre las economías de Centroamérica podría ser significativo, especialmente para sectores como el agrícola, textil y manufacturero, altamente dependientes del acceso preferencial al mercado estadounidense.

Analistas y empresarios regionales advierten que esta política podría generar pérdidas millonarias, provocar ajustes en las cadenas de suministro y perjudicar el empleo en países que cuentan con tratados comerciales vigentes con Estados Unidos.

Organizaciones empresariales y gobiernos centroamericanos ya preparan solicitudes formales de revisión o exención de esta medida, apelando a compromisos establecidos en acuerdos como el CAFTA-DR.