Puerto Príncipe, Haití – En 2025, más del 67% de la población haitiana vive en condiciones de pobreza, una situación agravada por la inseguridad, el colapso de los servicios básicos y la creciente inseguridad alimentaria, según datos del Banco Mundial y organismos de ayuda internacional.
El país, golpeado por años de inestabilidad política y desastres naturales, está atravesando una emergencia prolongada que afecta gravemente la vida de millones de personas, especialmente de niños y niñas.
Crisis multidimensional
Más de dos tercios de los haitianos subsisten con menos de $4 al día y cerca de 4.3 millones de personas padecen inseguridad alimentaria severa, con miles en riesgo de hambruna.
Desnutrición infantil: 1 de cada 4 niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica.
Violencia y desplazamiento: El 85% de la capital está controlado por bandas armadas. Miles de personas han sido desplazadas y los secuestros, incluso de niños, se han vuelto frecuentes.
Servicios básicos colapsados: Solo el 20% de los centros de salud está en funcionamiento, y el acceso al agua potable es limitado para casi la mitad de la población.
Organismos internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF y Médicos Sin Fronteras, han intensificado su presencia, pero advierten que la ayuda no es suficiente frente al deterioro acelerado de las condiciones de vida.
“Haití necesita una respuesta urgente, sostenida y coordinada para evitar una catástrofe mayor. No podemos permitir que una generación entera crezca sin acceso a salud, educación ni alimentación básica”, declaró un representante del PMA en Haití.
Se solicita a los gobiernos, agencias multilaterales y organizaciones no gubernamentales movilizar recursos adicionales, garantizar el acceso humanitario y trabajar en el fortalecimiento institucional para promover una recuperación sostenible.