La flota de buques tanque equipados con turbinas de vapor enfrenta un futuro incierto debido al creciente escrutinio normativo medioambiental y la volatilidad del mercado.
Según un informe de Drewry, se estima que más del 50% de estos buques serán desguazados antes de 2030, con un aumento acelerado en las desmantelaciones en 2024, impulsadas por la caída de las tarifas de fletamento.
A medida que estos buques concluyen sus periodos de fletamento, muchos quedan inactivos, exacerbando los problemas para los armadores y limitando el crecimiento en las tarifas.
La industria anticipa la llegada de buques tanque modernos entre 2024 y 2027, que podrían reemplazar a los obsoletos y ofrecer nuevas oportunidades en un mercado en transformación.