Ciudad de Guatemala. – Más de 40 buques permanecen varados en los principales puertos del país, reflejo de una crisis logística que amenaza con frenar el comercio exterior de Guatemala.
La falta de inversión en infraestructura portuaria, los procesos ineficientes y la escasez de personal capacitado han provocado severos retrasos en el desembarque de mercancías, afectando tanto a importadores como exportadores.
El Puerto Quetzal, en la costa del Pacífico, es el más afectado por la situación. Allí, las embarcaciones enfrentan esperas de hasta 15 días para ser descargadas.
En el Puerto Santo Tomás de Castilla, en el Atlántico, los retrasos oscilan entre 8 y 10 días, según datos proporcionados por Jean Paul Brichaux, coordinador de la Comisión Empresarial de Negociaciones y Comercio Internacional.
“Se estima en 30 mil dólares diarios por cada buque que permanece en fondeo. Con más de 40 embarcaciones afectadas, el impacto económico es enorme y ya se refleja en el encarecimiento y desabastecimiento de productos importados”, advirtió Brichaux.
Guatemala depende en un 80% del transporte marítimo para su comercio internacional, pero la infraestructura actual no ha evolucionado al ritmo del crecimiento del comercio global.
Esta situación ha generado un cuello de botella que, además de afectar la competitividad del país, desincentiva la atracción de nuevas inversiones.
Brichaux propuso medidas inmediatas como la habilitación de puertos alternos, el establecimiento de rutas directas y una mejor coordinación entre Puerto Quetzal y Puerto Marítimo (PM) para compartir operaciones y descongestionar la carga.
El especialista alertó que varias navieras internacionales ya han comenzado a redireccionar sus buques hacia el Atlántico para evitar los retrasos del Pacífico, lo que a su vez ha comenzado a sobrecargar las operaciones en Santo Tomás de Castilla.
“Sin una estrategia nacional clara para modernizar la infraestructura portuaria y optimizar los procesos logísticos, Guatemala corre el riesgo de perder rutas comerciales clave frente a países que ofrecen condiciones más competitivas”, concluyó Brichaux.