EE.UU.- El gobierno de los Estados Unidos anunció su rechazo formal a la propuesta de cero emisiones netas impulsada por la Organización Marítima Internacional (OMI), advirtiendo que tomará represalias diplomáticas y comerciales contra los Estados miembros que apoyen la medida, la cual será sometida a votación en octubre.
La postura fue comunicada a través de una declaración conjunta de los secretarios de Estado (Marco Rubio), Comercio (Howard Lutnick), Energía (Chris Wright) y Transporte (Sean Duffy), quienes señalaron que la iniciativa representa un riesgo para la economía estadounidense y una carga inaceptable para los sectores energéticos, navieros y turísticos del país.
“La Administración Trump rechaza de manera inequívoca esta propuesta presentada ante la OMI y no tolerará ninguna medida que aumente los costes para nuestros ciudadanos, proveedores de energía, compañías navieras y sus clientes, o turistas. Lucharemos con firmeza para proteger al pueblo estadounidense y sus intereses económicos”, afirma el comunicado.
La reacción se da en el marco del proceso multilateral que la OMI —agencia especializada de Naciones Unidas— inició para aprobar un marco legal que establezca la neutralidad de carbono en el transporte marítimo internacional para 2050, con una votación clave prevista para octubre.
En abril, el marco fue respaldado por 63 Estados miembros, incluidos China, Brasil y países de la Unión Europea, mientras 16 naciones votaron en contra, entre ellas Estados Unidos, que posteriormente se retiró de las negociaciones e instó a otros países a hacer lo mismo, según un memorando filtrado por la agencia Reuters.
La normativa requiere una mayoría calificada de dos tercios de los 108 Estados miembros que han ratificado la legislación relevante para ser adoptada oficialmente.
Los buques oceánicos representan cerca del 80% del comercio global y son responsables de aproximadamente el 3% de las emisiones de CO₂ en el mundo.
En los últimos años, la industria marítima ha enfrentado creciente presión por parte de ambientalistas, inversores y consumidores para reducir su impacto ambiental.
Numerosas empresas navieras líderes ya han asumido compromisos climáticos, apuntando a operaciones con emisiones netas cero para 2050.
Si bien muchas respaldan el marco de la OMI, también demandan incentivos regulatorios, como impuestos al carbono o subsidios a los combustibles verdes, para viabilizar la transición.
Con esta nueva advertencia, Estados Unidos reafirma su oposición a las políticas climáticas multilaterales que, según la administración actual, ponen en riesgo la competitividad económica nacional.
La tensión aumenta a medida que se acerca la votación de octubre, la cual podría redefinir el rumbo del transporte marítimo global en las próximas décadas.


