Santo Domingo, R.D.- En la actualidad, la Armada de República Dominicana juega un papel fundamental en la protección de los intereses marítimos del país.
Con una flota compuesta por aproximadamente 34 embarcaciones, esta institución se encarga de patrullar aguas territoriales, combatir el narcotráfico, proteger los recursos pesqueros y asistir en labores de rescate y auxilio marítimo.
Flota diversa y modernización
La flota incluye una combinación de: Guardacostas, lanchas rápidas de intercepción, patrulleras costeras y de altura, así como remolcadores, dragas para mantenimiento de puertos y canales
Algunas de estas unidades han sido modernizadas en astilleros de los Estados Unidos, lo que ha mejorado su capacidad operativa ante las exigencias del siglo XXI.
Bases estratégicas
La Armada tiene su comando principal en Santo Domingo, específicamente en la Base Naval 27 de Febrero, en el área del río Ozama. Además, cuenta con una base importante en Bahía de las Calderas (Baní), que alberga también el Astillero Naval, instalaciones logísticas y el Observatorio Astronómico de la Armada.
Desde estas bases, se coordina la vigilancia de las costas nacionales, incluyendo zonas críticas como el Canal de la Mona, frontera con Haití, áreas pesqueras del sur y puntos de tránsito del narcotráfico en el Caribe.
Además de su rol defensivo, la Armada también colabora en: Operativos de búsqueda y rescate (SAR), control de inmigración ilegal por vía marítima, protección de la vida marina y apoyo a organismos ambientales, participación en misiones de ayuda humanitaria y defensa civil
Una institución en constante evolución
Fundada en 1844, junto con el Ejército Nacional, la Armada Dominicana ha evolucionado de una fuerza marítima rudimentaria a una entidad profesional con tecnología y entrenamiento cada vez más avanzado.
Su papel en la defensa de los mares dominicanos sigue siendo vital, en una era donde el control del espacio marítimo es sinónimo de soberanía, seguridad y desarrollo económico.